domingo, 1 de septiembre de 2013

¡Feria Medieval!

El último fin de semana de Agosto se celebra en Horsens una feria medieval, así que nos hemos calzado las deportivas y hemos dado una buena caminata hasta el recinto que esta situado en la Cárcel.


Aunque estaba lloviendo, al llegar ya se notaba el ambiente de festival. Había muchísima gente disfrazada, y no solo los que participaban en el festival en las tiendas y espectáculos, también gente normal y corriente que se acerca al festival con sus trajes de época a pasar el fin de semana.


Había todo tipo de espectáculos. El primero que nos encontramos fueron dos bufones haciendo acrobacias y algún tipo de chistes en danés que no entendíamos.

Además de estos simpáticos personajes había muchos más:

- Música medieval en vivo:

- Procesiones eclesiásticas (con sus cantos y todo)

-Mendigos:
Son niños que van pidiendo dinero por el festival, pero no son pobres de verdad, solo se disfrazan y se lo pasan bien. ¡Una buena forma de sacar una paga!


- Malabaristas con fuego:

-Teatrillos por las calles.

En este se supone, (y digo se supone porque hablaban en danés y nos hemos inventado la Historia a nuestro parecer), iban a sacrificar a una muchacha y venían unas "salvadoras" que luchaban para rescatarla.




 Había distintas secciones dentro del recinto de la cárcel (que es enorme) entre ellas el área de las justas de caballeros, los corrales para los animales, zonas de comida...

Nosotros comenzamos nuestro paseo por los corrales de los animales, que había muchísimos: vacas, cabras, perros, ponis, gallinas, gansos y cerdos.

Fernando con las ovejas


Yo con un Lobero Irlandés (y este era el más pequeñín)




Los pobrecitos cerditos
Con estos últimos hicieron por la tarde una matanza, literalmente.

Cogieron al cerdo y lo pusieron en un lugar especialmente diseñado para ello, y comenzaron a despellejarlo, limpiarlo y vaciarlo, ante la atenta mirada de niños y adultos.

Nos quedamos de piedra, aunque bueno, ¡es que son vikingos!




Tras toda la mañana de caminata decidimos comer, así que fuimos en busca de algo rico, pero para variar aquí no entendíamos nada. Todos los carteles en danés.

Finalmente fuimos a un puesto en el que había cuatro señoras mayores muy amables, pero que tampoco hablaban inglés (ni español por supuesto), así que con el lenguaje de signos nos entendimos como pudimos y pedimos. (Aunque aún no sabemos muy bien el qué).


Aquí nos veis comiendo una especie de crep con ensalada y carne de cerdo y una salsa parecida a la mostaza. 
La bebida fue otro dilema, pues la cerveza era carísima (35 Kr. unos 5€)  y no daban agua, así que acabamos tomando un zumo de frutas que es típico para los niños pero era lo más barato (10 Kr. como 1,40€) 
En total la comida de los dos salió por unos 12€, más el vaso de cerámica que decidimos quedárnoslo, pues ponía feria medieval de Horsens y era el souvenir más barato que encontramos. (30 Kr. unos 4€)

Además algo curioso es que en cada puesto de comida hay unos carteles con patas de cerdo, conejo o gallina crudos, o incluso las vísceras. Supongo que a ellos les abrirá el apetito...



Tras recuperar energías nos fuimos a dar unas vueltas por el recinto solo a ver las tiendas (porque comprar es imposible) y vimos gran variedad de tiendas, desde tiendas de flores (bastante típico por aquí), hasta tiendas de telas, lanas artesanales, cinturones y broches, arcos ¡e incluso de armaduras!. 
Todo lo necesario para convertirte en un auténtico caballero medieval.

Cuernos para beber cerveza.







Una anécdota: La única cosa que estaba interesada en comprar (una postal), al final ¡el muchacho me la regaló!

Por supuesto también había numerosas tiendas de comida, tanto de pescado, como de carne:






Además de estas tiendas más comunes, había auténticos artesanos, como un herrero que estaba con su fuelle haciendo: ¡una rosa de hierro!, o una mujer mayor cardando la lana y vendiendo los ovillos o maestros panaderos.








Más tarde fuimos a las justas medievales, en el que cuatro caballeros luchaban a lomos de sus caballos. No nos enteramos del show, pero el espectáculo visual no tenía desperdicio.




Ya por la tarde nos volvió a entrar hambre y encontramos un puesto en el que te servían algo (estaba en danés también) por 25 Kr, unos (3.5€). 




Así que al final resultó que nos pedimos una salchicha extraña con ensalada, mostaza y alguna salsa más que no se qué era, y costillas con lo mismo. 

Servidas en unas hojas de col, que aquí no gastan en platos, y por desgracia tampoco en servilletas, ¡que nos pusimos perdidos!
  




Tras este "snak", dimos una última vuelta en la que vimos el cortejo real desfilar y con ellos los lanzadores de banderas.






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