El viernes pasado fue la presentación de la revista de la universidad: Revolve Magazine.
Esta fiesta se anunciaba como bastante considerable, vamos de las de erasmus de verdad, pues daban cerveza gratis, preservativos y ¡con gogos y todo!.
Lo más chocante es que estas fiestas se organizan en el interior de la facultad, esa misma a la que vas el viernes por la mañana cansado a ver al profesor de turno, te espera el mismo día por la noche con DJ y unos altavoces que no entran ni por la puerta de casa.
Al principio la fiesta fue bastante calmada, y eso que regalaban cerveza a los 100 primeros asistentes. Para nuestra suerte, no estaban muy bien organizados al principio, y cuando fuimos a pedir nuestras 2 cervezas gratis y una coca cola nos dieron cuatro cervezas y dos coca colas ¡a cada uno!.
Tuvimos que ir a soltarlas a casa porque no había quien andara con seis latas por la fiesta.
Tras esto, comenzó el show de gogos con barra de metal y todo. Había unas seis chicas en una zona elevada, "interpretando" su show y bastantes mas chicos animándolas desde la planta baja.
Tras el espectáculo, que duró un buen rato pues las chicas se animaron con los vítores de los asistentes, hubo una piñata un tanto curiosa.
El juego consistía en una persona al azar, debía vendarse los ojos y con las "indicaciones" del resto de los asistentes tratar de romper la piñata.
El contenido de la piñata era un tanto especial: Preservativos en cantidades ingentes, y algunas chucherías.
Aquí veis los preservativos por el suelo justo cuando acababan de romper la caja.
Los preservativos van envueltos en una especie de pequeños sobrecitos de cartón (como veis en la foto), con publicidad.
El mismo sábado del paseo por el centro, al llegar a casa nos invitaron a una barbacoa. La "Elephant Party", que como su propio nombre indica tenía un elefante aunque un tanto especial:
El protagonista de la fiesta.
Como veis el mecanismo es muy sencillo:
Se coloca un embudo en la parte trasera del elefante, enganchado a la valla, y se une un tubo de plástico lo suficientemente largo como para que los que se encuentren en el piso de abajo puedan beber.
La barbacoa comenzaba a las 15.00 pero por desgracia el fuego no se pudo encender hasta las 5.30 por falta de combustible. Al final acabamos encontrando madera, pero como veis en la imagen había que cortarla.
Por suerte uno de los compañeros franceses de residencia tenía un hacha, que diréis vosotros, y ¿qué hace alguíen en una residencia con un hacha?, pues lo mismo nos preguntamos nosotros.
Fernando con el hacha, (que no estaba muy afilada que digamos)
Poco a poco fue llegando gente a la fiesta, pues además ese día por la mañana se había celebrado la "beer run", que trataba de comprarse una caja de 24 cervezas e ir desde el Lidl del centro hasta la residencia y llegar los primeros con todas las botellas vacías. Además el reto era por parejas, así que cada uno se tenía que tomar unas 12 cervezas en el menor tiempo posible mientras que corrían para ser los primeros en alcanzar la meta.
No se en qué consistía el premio pero creo que era simplemente el mérito de llegar a la residencia enteros.
Algunos grupos participantes en la "beer run"
Este es el recorrido aproximado que se debía hacer en la carrera
El sábado por la mañana, nos levantamos temprano para ir a buscar unas camisetas de manga corta para Fernando y unos pantalones de deporte para mí, pues nosotros no teníamos pensamiento ninguno de que íbamos a hacer mucho deporte aquí, pero con la VIA sports club (que cuesta unas 400 kr / 56€ por todo un semestre), al final no paramos, vamos de clases de salsa a danza del vientre, a volleyball, basketball, handball, y un sin fin de "balls" mas.
Así que cogimos nuestras bicis y nos fuimos al centro.
Tras llegar al centro aparcamos nuestras bicis y lo primero que hicimos fue mandar la postal de la feria medieval de Horsens a los padres.
Resultó que la oficina de correos está dentro de un supermercado en el que vendían un montón de flores, así al menos te alegraban la vista con tanto colorido mientras esperabas tu turno aunque supongo que a los alérgicos no les hará tanta gracia.
La oficina de correos
Tras mandar la postal nos encaminamos hacia la calle principal que está solo a unos pocos metros en linea recta, y nos encontramos que había mercado. Había dos puestos de pescado fresco y cocinado, uno de quesos, otro de vinos, varios de flores y verduras y algún que otro de bisutería.
En el vídeo tenéis un tour por el mercado. La música que se escucha proviene de unos altavoces colocados encima de los columpios, que suenan cuando alguien se balancea en ellos.
El mercado. Pequeñito pero coqueto.
El puesto de quesos.
Puesto de pescado fresco
Puestos de pescado cocinado
Pero este pequeño mercado no fue nuestra única sorpresa esa mañana. Ese mismo día se celebraba en el centro la presentación de todos los Clubs de Horsens:
El club de ajedrez
El club de baile de Swing y Rock and roll
Aquí os dejo un vídeo de estos últimos bailando en directo:
El club de Boxeo
El club de Karate (o taekwondo)
Un vídeo de los adultos de taekwondo:
El club de balón mano
Tras haber visto los clubs estábamos llenos de panfletos de cada uno de ellos, y además de camisetas que nos regaló el club de corredores y tarta que nos dieron los del club de extranjeros. ¡Fernando ya no se tenía que comprar camisetas de manga corta!, pues nos regalaron nada más y nada menos que TRES!
Aquí me veis un poco agobiada con tanta camiseta, tarta y panfleto.
Tras el paseo decidimos entrar al centro comercial que aún no habíamos visto, y descubrimos una mesa para jugar con legos, un peluche enorme de Winnie de Pooh, un mago haciendo su espectáculo, y una tienda con un sinfín de cosas para la casa, en la que Fernando se entretuvo jugando.
Cuando salimos del centro comercial nos volvieron a dar tarta, y también vimos un desfile de la banda de Horsens.
El último fin de semana de Agosto se celebra en Horsens una feria medieval, así que nos hemos calzado las deportivas y hemos dado una buena caminata hasta el recinto que esta situado en la Cárcel.
Aunque estaba lloviendo, al llegar ya se notaba el ambiente de festival. Había muchísima gente disfrazada, y no solo los que participaban en el festival en las tiendas y espectáculos, también gente normal y corriente que se acerca al festival con sus trajes de época a pasar el fin de semana.
Había todo tipo de espectáculos. El primero que nos encontramos fueron dos bufones haciendo acrobacias y algún tipo de chistes en danés que no entendíamos.
Además de estos simpáticos personajes había muchos más:
- Música medieval en vivo:
- Procesiones eclesiásticas (con sus cantos y todo)
-Mendigos:
Son niños que van pidiendo dinero por el festival, pero no son pobres de verdad, solo se disfrazan y se lo pasan bien. ¡Una buena forma de sacar una paga!
- Malabaristas con fuego:
-Teatrillos por las calles.
En este se supone, (y digo se supone porque hablaban en danés y nos hemos inventado la Historia a nuestro parecer), iban a sacrificar a una muchacha y venían unas "salvadoras" que luchaban para rescatarla.
Había distintas secciones dentro del recinto de la cárcel (que es enorme) entre ellas el área de las justas de caballeros, los corrales para los animales, zonas de comida...
Nosotros comenzamos nuestro paseo por los corrales de los animales, que había muchísimos: vacas, cabras, perros, ponis, gallinas, gansos y cerdos.
Fernando con las ovejas
Yo con un Lobero Irlandés (y este era el más pequeñín)
Los pobrecitos cerditos
Con estos últimos hicieron por la tarde una matanza, literalmente.
Cogieron al cerdo y lo pusieron en un lugar especialmente diseñado para ello, y comenzaron a despellejarlo, limpiarlo y vaciarlo, ante la atenta mirada de niños y adultos.
Nos quedamos de piedra, aunque bueno, ¡es que son vikingos!
Tras toda la mañana de caminata decidimos comer, así que fuimos en busca de algo rico, pero para variar aquí no entendíamos nada. Todos los carteles en danés.
Finalmente fuimos a un puesto en el que había cuatro señoras mayores muy amables, pero que tampoco hablaban inglés (ni español por supuesto), así que con el lenguaje de signos nos entendimos como pudimos y pedimos. (Aunque aún no sabemos muy bien el qué).
Aquí nos veis comiendo una especie de crep con ensalada y carne de cerdo y una salsa parecida a la mostaza.
La bebida fue otro dilema, pues la cerveza era carísima (35 Kr. unos 5€) y no daban agua, así que acabamos tomando un zumo de frutas que es típico para los niños pero era lo más barato (10 Kr. como 1,40€)
En total la comida de los dos salió por unos 12€, más el vaso de cerámica que decidimos quedárnoslo, pues ponía feria medieval de Horsens y era el souvenir más barato que encontramos. (30 Kr. unos 4€)
Además algo curioso es que en cada puesto de comida hay unos carteles con patas de cerdo, conejo o gallina crudos, o incluso las vísceras. Supongo que a ellos les abrirá el apetito...
Tras recuperar energías nos fuimos a dar unas vueltas por el recinto solo a ver las tiendas (porque comprar es imposible) y vimos gran variedad de tiendas, desde tiendas de flores (bastante típico por aquí), hasta tiendas de telas, lanas artesanales, cinturones y broches, arcos ¡e incluso de armaduras!.
Todo lo necesario para convertirte en un auténtico caballero medieval.
Cuernos para beber cerveza.
Una anécdota: La única cosa que estaba interesada en comprar (una postal), al final ¡el muchacho me la regaló!
Por supuesto también había numerosas tiendas de comida, tanto de pescado, como de carne:
Además de estas tiendas más comunes, había auténticos artesanos, como un herrero que estaba con su fuelle haciendo: ¡una rosa de hierro!, o una mujer mayor cardando la lana y vendiendo los ovillos o maestros panaderos.
Más tarde fuimos a las justas medievales, en el que cuatro caballeros luchaban a lomos de sus caballos. No nos enteramos del show, pero el espectáculo visual no tenía desperdicio.
Ya por la tarde nos volvió a entrar hambre y encontramos un puesto en el que te servían algo (estaba en danés también) por 25 Kr, unos (3.5€).
Así que al final resultó que nos pedimos una salchicha extraña con ensalada, mostaza y alguna salsa más que no se qué era, y costillas con lo mismo.
Servidas en unas hojas de col, que aquí no gastan en platos, y por desgracia tampoco en servilletas, ¡que nos pusimos perdidos!
Tras este "snak", dimos una última vuelta en la que vimos el cortejo real desfilar y con ellos los lanzadores de banderas.
