sábado, 17 de agosto de 2013

Lavandería y Al centro de paseo

Ayer vivimos una nueva aventura:  LA COLADA, y diréis vosotros ¿aventura?, pues sí, aventura.

Imaginaos no tener ni idea de danés, y comprar el producto para la lavadora, además entenderte con la maquinita y a la vez conseguir que no te despinte ni una sola prenda ni se te encojan, que también hay que lidiar más tarde con la secadora.

Cuando finalmente nos decidimos, cogimos el detergente y toda la ropa que pudimos, pues pensábamos que las lavadoras eran grandes, y para no desperdiciar dinero echamos toda prenda que pudiera estar minimamente sucia.

Al llegar a la lavandería nos dimos cuenta que la lavadora era mucho más pequeña de lo que esperábamos, pero aún así entro la ropa sin mucho problema, y resultó que se le podía cambiar el idioma para entenderte con la maquina, así que una vez en nuestro idioma y con el detergente echado, nos fuimos al piso de nuevo para no estar los 50 minutos que la lavadora tardaba. (Si no roban las bicis, ¡no nos van a robar la ropa!).
Tras la lavadora, tocaba la secadora, con la que tuvimos más problema, porque, (aunque se podía poner en Español) nadie te explica qué temperatura es buena para cada prenda, así que otra vez, la mínima temperatura y tiempo posible. Resultado: ropa algo húmeda, pero con su tamaño normal.

Tras llegar al piso nos dimos cuenta de que la ropa estaba demasiado suave, y empezamos a sospechar que lo que teníamos por detergente era suavizante, así que pusimos en el traductor de Google lo que venía en la botella y efectivamente, era suavizante. 

Hoy, con la tarde tan buena que se ha quedado, (como podéis ver arriba) hemos ido de paseo al centro de Horsens que está a unos 4 km de aquí (una media hora a pie),
De camino fuimos viendo las casas típicas de por aquí, que tienen unos tejados muy empinados, muchas ventanas, y cada una del color y forma que le apetece a su dueño.
El único problema fue que ya fuimos bastante tarde, y todo estaba cerrado. (Hay que especificar que para ellos tarde es a partir de las 5.30 o 6)


La iglesia de Horsens (o eso creemos)
Como ya todos sabeis en Dinamarca, son muy típicas las bicis, todo el mundo tiene una, y esta nos ha llamado bastante la atención por su originalidad, aunque lógicamente es un adorno decorativo, en medio de la calle, pero bueno, mejor una bici bonita y abandonada que una bici abandonada y oxidada ¿no?
Una curiosa bici decorativa
Una vez que llegamos al centro, esta es la calle principal, con su correspondiente iglesia, bares (bastante caros por cierto, pues un "kebab" cuesta unas 48 kr. o lo que es lo mismo unos 7€, las cervezas varían alrededor de los 4€), y camas elásticas. Estas últimas son bastante extrañas pues son varios agujeros en el suelo con unas telas elásticas en las que los niños (y no tan niños) se divierten.




Un niño saltando en las camas elásticas
Y para mi sorpresa, ¡En los supermercados venden lanas!

Y mirad lo que encontramos en una tienda de deportes de por aquí: las fivefingers




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