viernes, 7 de febrero de 2014

Viaje a Budapest. Día 1. Llegada

Como ya han terminado los exámenes, decidimos hacer un viaje por Europa, y qué suerte tuvimos que encontramos un vuelo desde Billund a Budapest por 30€ ¡Ida y Vuelta!. Así que nos enfundamos el gorro y la bufanda, preparamos la maleta y pusimos rumbo a Hungría.

Buscamos alojamiento económico, y encontramos un duplex (lo reservamos por Internet: enlace) por 60€ dos personas, 3 noches. Estaba muy bien situado, a 5 metros de la calle más céntrica de Budapest (Vaci Utca), así que era perfecto.
Salón-comedor del apartamento

Llegada. Día 1:

El vuelo se retrasó debido al tiempo y el tráfico, pero aún así fue bastante tranquilo. Llegamos sobre las 5.10 de la tarde a nuestro destino: Budapest.

Una vez en el aeropuerto habíamos contratado desde Dinamarca el trayecto aeropuerto-hotel con DisfrutaBudapest por 25€ (por trayecto), así que cuando aterrizamos había un hombre con un cartelito esperándonos en el aeropuerto para llevarnos a nuestro destino. Por el camino nos fue explicando un poco sobre Buda y sobre Pest y su historia ¡y todo en español!.

Una vez que llegamos al apartamento nos recibió (un poco tarde), un muchacho muy joven, explicándonos las zonas más importantes a visitar, los supermercados cercanos, zonas de restaurantes, bares, etc. y nos lo fue indicando en un mapa que tenía preparado para nosotros.

Tras esto nos fuimos a cenar a la calle Raday, donde descubrimos una de las maravillas de Budapest: su gastronomía (¡y sus precios!). Cenamos en un restaurante llamado Püder, al que deberíamos considerar como "alternativo", pues es tanto teatro como restaurante y además esta decorado de una forma un tanto peculiar:

Lámpara colgante 

Planta baja del restaurante
Aunque pueda parecer desastroso, el restaurante es así, es muy original y el servicio muy atento. ¡Y ni que decir de la comida!, nos llenamos hasta no poder más: Un entrante de sopa goulash, un primer plato cada uno: pollo empanado con una salsa de ajo y aguacate, y  otro plato de una pasta (no se muy bien qué es pero algo así como gnocchi), con bacon y algo más que no llegamos a descubrir y dos bebidas cada uno. No podemos olvidar el postre: una tarta de lima y naranja para mí y un tiramisú para Fernando, más café y té. ¿Sabeis cuanto costó TODO?, ¡unos 20€!


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