viernes, 11 de octubre de 2013

Dine with a Dane

La universidad ofrece la posibilidad de conocer la cultura Danesa de una forma más cercana, concretamente cenando con una familia danesa.
Para acceder a tal privilegio, lo único que se pide es conocer un poco nuestros intereses, el idioma en el que queremos hablar y qué estamos estudiando.
En agosto, cuando supimos de este programa, inmediatamente nos apuntamos Fernando y yo, para ir juntos a cenar con alguna familia y conocerlos. Unas dos semanas más tarde, nos contestaron por e-mail informándonos de que ya teníamos familia asignada y que esperáramos a que se pusieran en contacto con nosotros.
Poco tiempo después recibimos el correo de Trine, nuestra anfitriona, presentándonos a su familia, compuesta por su marido, su hijo y ¡tres perros!, el problema: que a Fernando no le gustan demasiado.
Finalmente concretamos la cena para el 3 de octubre, aunque en realidad fue la semana siguiente que coincidía con mi cumpleaños!

Cuando el día llegó, nos recogieron puntualmente (a las 5 de la tarde, hora danesa para la cena) en coche. Cuando llegamos a su casa, tenían la bandera alzada en su mástil, ya que por lo visto es tradición danesa cuando hay un cumpleaños o alguna fiesta especial. ¡Así que tuve un cumpleaños con honores y todo!


Una vez en la casa nos ofrecieron algo de beber y empezamos con la primera botella de vino tinto (a la que finalmente le seguirían otras ¡cuatro más! durante la noche).

Cuando fuimos a sentarnos a la mesa, me dieron un detalle por mi cumpleaños, se llama Hoptimist. Es un muñequito típico danés, un buen recuerdo de nuestra estancia en su casa.
El regalo envuelto.

El Hoptimist
Tras la grata sorpresa nos sentamos en la mesa y no os puedo decir como se llama lo que cenamos pero estaba delicioso, y había suficiente comida como para alimentar a cuatro personas más.


El menú se componía de lomo de cerdo asado y patatas cocidas con una salsa de carne, col morada cocida, patatas al caramelo y una ensalada de manzana, cebolla y chili. Simplemente delicioso.

Además de postre tuvimos la tarta de queso que hice y unos bollitos especiales de cumpleaños con mantequilla y queso, y para acompañarlo, chocolate caliente y un chupito de ron.


Lars, nuestro anfitrion, y Fernando.
Mientras que cenábamos fuimos hablando de todo tipo de cosas, y tradiciones danesas y españolas.
Una muy curiosa que nos contaron es que es ilegal tener la bandera alzada cuando es de noche, porque se considera una falta de respeto hacia ella, y si alguien la ve, puede llevársela sin que se considere un robo, por el simple hecho de dejarla "sola en la oscuridad".
Trine y yo doblando la bandera Danesa.
No solo tenían la bandera danesa, en honor a nosotros pusieron en la mesa también la española, además de las velas, algo muy típico danés.



Tan bien nos lo pasamos que hasta Fernando hizo buenas migas con los perros
Al final de la noche (sobre las 23.30) Trine (que no había bebido) nos llevó de nuevo de vuelta a casa, y con la intención de volver a pasar otro día con ellos.

Eventløbet

Como casi todos los fines de semana, en Horsens algo se cuece.
El pasado sábado toco ¡una carrera!, había distintas distancias, desde los 1.2 Km de los niños, hasta los 21 de la media maratón, pasando por una multitudinaria carrera de 5 km y una patrocinada por la propia universidad de 10 Km, en la que Fernando participó ya que la VIA concedía la participación gratis a todos los alumnos y profesores que decidieran apuntarse.
Carrera  infantil

Yo en vez de corredora, me apunte de voluntaria, pues regalaban multitud de cosas: Gorro de la VIA, una bufanda del evento, una camiseta y un mes de gimnasio gratis. Además de tener comida y bebida durante el evento.


Nuestra tarea como voluntarios estaba basada en animar a los corredores, y llevar multitud de vasos en las manos y predicar su contenido: "agua" o "energía". Además de intentar que en el proceso de coger agua, no acabaras bañado por el poco tino de algunos corredores a la hora de coger los vasos.

Fernando y yo como aguadores

Nuestro puesto de avituallamiento, con Cristina :D 
Además de los premios a los primeros corredores en alcanzar la meta, también se concedían premios a aquellos que fueran un poco "extravagantes".
Como veis en la foto de abajo, algún que otro corredor se lo tomó muy enserio. 


Una cosa que nos sorprendió muchísimo de la carrera es la cantidad de corredores muy jovencitos (no más de tres años), y otros bastante mayores, como el señor que veis en la imagen. ¡Con una bandera española!

 Poco a poco, se fue terminando la carrera y aquí teneis a Fernando en la meta: